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Comenzó el embalaje del satélite Arsat-2


El segundo satélite geoestacionario de comunicaciones argentino será trasladado a Guayana Francesa la próxima semana, desde donde en septiembre será lanzado al espacio por la empresa Arianne Space.


El Arsat-2, el segundo satélite geoestacionario de comunicaciones argentino, comenzó hoy a ser embalado en un contenedor en las instalaciones de la empresa estatal Invap, en Bariloche, para ser trasladado a Guayana Francesa la próxima semana, desde donde en septiembre será lanzado al espacio por la empresa Arianne Space.

El satélite, especificado por la empresa Arsat y diseñado e integrado por Invap, será llevado por tierra hasta el aeropuerto local el próximo 18 de agosto, desde donde un avión Antonov lo transportará hasta el aeropuerto de Cayenne, en Guayana Francesa, con una escala previa en Ezeiza para realizar una recarga de combustible.

Una vez que arribe a Cayenne, el satélite será transportado por tierra hasta Kourou, donde será lanzado al espacio.

El presidente de Arsat, Matías Bianchi, expresó su satisfacción al contar con el satélite "listo y en condiciones de ser enviado al espacio a acompañar a su hermano mayor, el Arsat-1”.

El contenedor protege al satélite de las vibraciones o impactos que pueda sufrir como consecuencia de las condiciones de transporte y almacenamiento, y regula los valores de temperatura y humedad para proveer un ambiente apto para conservar el satélite.

El ingreso del satélite al contenedor se completará mañana luego de finalizada la revisión de rigor, que hoy concluyó de forma exitosa y demostró que el satélite es apto a nivel sistema, que sus procesos están debidamente registrados y que no se verifican problemas abiertos.

El proceso de embalaje da por finalizada la fase de fabricación de componentes, integración y ensayos del Arsat-2, que incluyó la realización de una serie de pruebas funcionales en Invap y de ensayos ambientales en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología (Ceatsa), en Bariloche.

Los resultados indican que los sistemas funcionan adecuadamente y que el satélite es apto para resistir las distintas condiciones a las que estará sometido tras su lanzamiento, cuando operará por 15 años en el vacío del espacio profundo.