Conflicto gremial en General Deheza: fuerte reclamo salarial y cruce político con el intendente Eduardo Pizzi.
General Deheza atraviesa un escenario de fuerte tensión política y gremial. Este martes 5 de agosto, trabajadores municipales realizaron una masiva movilización convocada por el Sindicato Unión Obreros y Empleados Municipales (SUOEM Río Cuarto), con el respaldo de la Federación Sindical de Municipales de la Provincia de Córdoba (FESIMUPC) y la Confederación de Trabajadores Municipales de la República Argentina (CTM).
La marcha, que se extendió entre las 12 y las 14 horas, recorrió las principales arterias de la ciudad y concluyó en Plaza General San Martín. La circulación vehicular y peatonal estuvo afectada durante el desarrollo de la protesta.
Reclamos sindicales
Los referentes gremiales reclamaron mejoras salariales, denunciaron precarización laboral y cuestionaron el rol del Ejecutivo local en la gestión de los trabajadores.
Una dirigente expresó:
“Los trabajadores municipales vamos a seguir luchando por nuestra dignidad. No hay ningún Estado que se sostenga sin nosotros, que ponemos el cuerpo todos los días en la calle, en las oficinas, cuando enterramos a nuestros muertos o damos documentos a los recién nacidos. Decimos basta al ajuste y a la precarización laboral”.
En la misma línea, Víctor Lescano, secretario general de FESIMUPC, remarcó:
“Nos llama la atención el destrato hacia los trabajadores y hacia nuestra compañera secretaria general de Río Cuarto. Los empleados merecen respeto y un salario digno. El intendente debería resolver este conflicto, porque si no vamos a estar todas las veces que sea necesario” "
Merecemos mucho más respeto y que se nos pague dignamente, y no que se nos trate como si fuéramos parte de feudos de esta localidad, donde manejan a los empleados como quieren. Es vergonzoso que no tengan un asesor, un empresario de alto nivel que les diga: “Che, loco, arreglá ese problema, dejá de pagarle miseria a los trabajadores. No queremos quilombo por culpa de la irresponsabilidad que vos estás teniendo, ponete las pilas”. Eso es lo que le deberían decir al “dueño del pueblo”, a quienes están manejando esta provincia y la capital de Córdoba, que son amigos del gobierno nacional, los mismos que están con la motosierra y lo único que hacen es agraviar a los trabajadores.".
++++++++++++++++++
La postura del intendente antes de la protesta
Días previos a la movilización, el intendente Eduardo Pizzi explicó en Radio Vos la situación financiera del municipio. Señaló que el pago del aguinaldo se realizó con demoras, que los sueldos de julio serían abonados en los primeros días de agosto y que no es posible otorgar incrementos en el corto plazo.
“Sería de todo corazón mi deseo poder hacerlo, pero va a ser difícil. Estamos trabajando para lograr un equilibrio fiscal importante en las cuentas”, sostuvo.
El intendente atribuyó la dificultad a la caída de la coparticipación provincial —estimada entre el 12 y 13%— y defendió los ajustes en la planta política, aunque aclaró que el impacto fiscal fue limitado. También resaltó que General Deheza ya había otorgado en mayo un aumento del 25% escalonado, y que los salarios locales se ubican por encima de municipios vecinos.
La respuesta tras la movilización
Una vez finalizada la protesta, Pizzi endureció su discurso. Si bien reconoció el derecho de los trabajadores a manifestarse, rechazó las formas en que se desarrolló la movilización:
“Entendemos el reclamo, pero no compartimos los improperios ni las formas. Hubo ataques a la ciudad, a personas y a empresas, algo que no colabora en absoluto. Creo que corresponde empezar con un pedido de disculpas”.
El intendente negó que existiera presión sobre los empleados para evitar la adhesión y aseguró que parte del conflicto responde a “intereses personales más que gremiales”.
En declaraciones posteriores, cuestionó a los dirigentes sindicales:
“Lo que vino a buscar esta gente acá es un propósito más personal que la defensa de los trabajadores. General Deheza es una ciudad modelo, y esto responde más a una vidriera política que a los intereses de nuestros empleados”.
El trasfondo político
El conflicto gremial se produce en la gestión de Eduardo Pizzi, electo en los comicios extraordinarios de junio 2024 tras la acefalía generada por el fallecimiento del intendente electo en 2023, Oscar Flores Ferrando.
Pizzi obtuvo un contundente triunfo con casi el 75% de los votos, en una elección con una participación del 42%. Su consagración fue acompañada por el gobernador Martín Llaryora y el ministro de Gobierno, Manuel Calvo, en un claro respaldo del oficialismo provincial.
De esta manera, General Deheza se consolidó como un nuevo bastión del denominado Partido Cordobés, fuerza política que busca ampliar su presencia en el interior provincial. Sin embargo, el fuerte apoyo político inicial quedó rápidamente atravesado por un conflicto sindical que tensiona la relación con los empleados municipales y expone la complejidad de la gestión local en un contexto económico adverso.
Un escenario abierto
La movilización gremial de agosto marcó un punto de inflexión en General Deheza. Por un lado, los sindicatos ratificaron su decisión de continuar con las protestas en distintas localidades de la provincia; por el otro, el intendente reafirmó su postura de priorizar el equilibrio fiscal antes que nuevos incrementos salariales.
El desenlace del conflicto dependerá de la capacidad de ambas partes para encontrar canales de diálogo que permitan encauzar la situación sin profundizar la confrontación política y social en la localidad.
Publicar un comentario