El Ejecutivo removió al capataz y dejó el control en manos de una inspectora sin aviso oficial.
El área de servicios urbanos del Municipio de Monte Maíz atraviesa una situación de desorganización interna tras el desplazamiento de Pablo Canciani como encargado del personal de calle. Aunque no presentó renuncia, Canciani fue apartado del cargo luego de que el Ejecutivo municipal le quitara todas las compensaciones salariales correspondientes a esa función. Según fuentes consultadas, se le propuso continuar con las mismas responsabilidades pero percibiendo únicamente el sueldo básico como operario, propuesta que fue rechazada. Poco después, recibió un mensaje agradeciendo “los servicios prestados” y fue reasignado como conductor de un tractor.
Desde entonces, la coordinación de los trabajadores del corralón quedó vacante y el control de tareas fue asumido de hecho por la inspectora de tránsito Eva Crespín, sin que existiera comunicación oficial sobre su designación. Según fuentes consultadas, Crespín comenzó a dar indicaciones directamente a los operarios, como por ejemplo el retiro de un animal muerto en la vía pública, y se encargaría de controlar los horarios de salida, desayuno, regreso al mediodía y finalización de la jornada.
Fuentes consultadas indicaron que la inspectora fue vista en el taller municipal utilizando un vehículo oficial (la camioneta asignada a Pedro Seguí), donde solicitó una reparación menor pero no ingresó a las instalaciones. “Saludó, dijo cuál era el problema y se fue”, explicaron.
Actualmente, el área no cuenta con un capataz operativo designado. Uno de los encargados naturales, Luis Pelayes, se encuentra con problemas de salud, mientras que Canciani fue desplazado. Esto ha generado un vacío de liderazgo y desinformación entre los trabajadores.
Desde el Sindicato de Empleados Municipales denunciaron nuevamente prácticas arbitrarias y de persecución laboral por parte del Ejecutivo. Aseguran que las nuevas instrucciones llegan por escrito sin justificación, y que se exige a los empleados tareas que exceden sus funciones. También manifestaron preocupación por la asignación de personal no habilitado para conducir maquinaria pesada.
Hasta el momento, no se emitió ningún comunicado oficial que aclare la nueva estructura de funcionamiento del área operativa ni que formalice los roles de quienes ejercen autoridad. Monte Maíz continua siendo tierra de nadie.
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