Córdoba confirma 65 casos de triquinosis en Serrano, Río Cuarto, Alpa Corral, Wenceslao Escalante y Colonia Tirolesa. Salud pide evitar chacinados caseros.
El Ministerio de Salud de Córdoba confirmó en los últimos días seis brotes de triquinosis en distintas localidades del interior provincial, con un total de 65 personas afectadas. Los casos se registraron en Serrano (28), Río Cuarto (14), Alpa Corral (5), Wenceslao Escalante (4) y Colonia Tirolesa (3). Diez pacientes requirieron hospitalización, uno de ellos continúa internado.
Según informó la cartera sanitaria, algunos contagios estarían vinculados al consumo de chacinados caseros elaborados a partir de faenas familiares, mientras que otros podrían haberse originado en productos adquiridos dentro del circuito comercial. Las investigaciones continúan para determinar la trazabilidad en Río Cuarto.
Una enfermedad que “recidiva” año tras año
En diálogo con Sintonia, el médico veterinario Marcelo Pellegrini (MP 2344) explicó que la triquinosis es causada por un parásito microscópico —la Trichinella spiralis— que se aloja en la musculatura de animales carnívoros como el cerdo, el jabalí, el puma, el perro o el gato. “Un bovino, un equino o una oveja nunca tendrán triquinosis porque no consumen carne”, señaló.
Pellegrini advirtió que incluso en granjas porcinas de alta bioseguridad puede haber riesgo: “Si un ratón infectado entra al criadero y es consumido por un cerdo, el animal puede contagiarse. Ninguno está exento”.
El parásito forma quistes en músculos como la lengua, el diafragma o los intercostales, donde permanece latente hasta que la carne es ingerida por otro animal o por el ser humano. “No lo mata la sal. Por eso los salames, jamones y salazones caseros representan un riesgo si no cuentan con inspección sanitaria”, subrayó el especialista.
Riesgo en la caza de jabalíes y pumas
El veterinario también hizo foco en el consumo de carne de jabalí y puma, animales que suelen ser cazados en la región. “El jabalí está muy expuesto y puede ser portador. Hay gente que lo consume asado, y en ese caso la cocción elimina el parásito. Pero si se lo utiliza para elaborar salamines o jamones sin control, el riesgo es muy alto”, detalló.
Recomendó que toda faena de caza sea sometida al análisis conocido como “digestión artificial”, disponible en áreas de bromatología municipales o en laboratorios privados. “Nunca hay que procesar carne para salazones sin hacer este estudio, porque estamos arriesgando la vida. Cada parásito puede generar hasta cinco mil quistes en el cuerpo humano, y no existe tratamiento que los elimine”, enfatizó.
Prevención y controles
El Ministerio de Salud de Córdoba recordó que los síntomas más comunes en las personas son fiebre, dolor muscular, inflamación de párpados, cefalea y, en algunos casos, vómitos y diarrea. Ante cualquier manifestación compatible se recomienda acudir al centro de salud más cercano.
Las autoridades sanitarias reforzaron los operativos junto al SENASA, el Ministerio de Bioagroindustria, la Dirección de Control de la Industria Alimenticia y las áreas municipales de bromatología.
La principal medida de prevención sigue siendo la misma: consumir únicamente carne de cerdo y derivados con rótulo habilitado, verificar fecha de elaboración y vencimiento, y evitar chacinados caseros o de dudosa procedencia.
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