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Funcionarios advierten sobre multas por no embolsar los restos de poda, pero imágenes muestran que el propio municipio no recoge el césped cortado en el cantero central de la Ruta 11, generando controversia.
En una reciente entrevista con un medio local, el Director de Guardia Urbana y Tránsito, Marcelo Romani, y el Director de Bromatología e hijo del intendente, Ignacio Trotte, anunciaron una estricta medida para la recolección de residuos verdes en la localidad. Según los funcionarios, los vecinos que corten el césped de sus propiedades deberán colocarlo obligatoriamente en bolsas de residuos para su recolección. De lo contrario, advirtieron, "la municipalidad no va a levantar más el pasto que no esté embolsado" y los responsables podrían enfrentar multas.
Durante la entrevista, Romani explicó los motivos detrás de la directiva, señalando que el principal problema es que "la gente corta el pasto y lo tira a la calle". Argumentó que esta práctica genera serios inconvenientes, especialmente durante las lluvias. "Llueve, el pasto lo lleva el agua, se tapan las rejillas de escurrimiento, tenemos un problema, tenemos que salir en plena lluvia a destapar las rejillas", detalló el funcionario para justificar la necesidad de que los restos estén contenidos en bolsas y no en cajas, que se desarman con la humedad.
Sin embargo, la comunicación oficial se ha visto opacada por una evidente contradicción. Un video difundido por el mismo medio muestra que, mientras se exige a los ciudadanos cumplir con esta normativa, el propio municipio no estaría predicando con el ejemplo. Las imágenes exponen claramente el cantero central de la Ruta Provincial 11, en el tramo flanqueado por las calles Presidente Alfonsín y Domingo Perón, cubierto de césped recién cortado y esparcido sobre el cordón cuneta. El texto sobreimpreso en el video indica: "Pasto cortado por el municipio".
Esta situación ha generado malestar y críticas entre los vecinos, quienes señalan una doble moral por parte de las autoridades. La contradicción entre el discurso de los funcionarios, que apela a la responsabilidad ciudadana para mantener la limpieza y el orden, y la acción de los empleados municipales, que dejan los restos de poda en un espacio público de alta visibilidad, pone en tela de juicio la coherencia y la aplicabilidad de la nueva medida. Mientras se pide a los residentes un esfuerzo para embolsar sus residuos verdes, la imagen que proyecta la gestión municipal es precisamente la de la práctica que busca erradicar y sancionar.
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