La peña y la jineteada reunieron a miles de vecinos en un festejo marcado por la tradición y la emoción. Jorge Cervigni Presidente de la Organización destacó el acompañamiento del público.
En el marco del 30° aniversario del Festival de la Amistad, la localidad de Monte Maíz vivió dos jornadas colmadas de tradición, participación popular y espíritu festivo. El evento, organizado por Los Amigos de la Tradición, tuvo su apertura la noche del 8 de julio con una peña que superó todas las expectativas de convocatoria.
"Nos superó por todos lados", reconoció el presidente de la institución organizadora, Jorge Cervigni, en diálogo con Sintonía. Más de mil personas se hicieron presentes en el salón cedido por el Club Argentino, donde se ofrecieron espectáculos musicales y se generó un espacio confortable para el baile y el encuentro familiar. Para ampliar la capacidad, incluso se habilitó un patio externo, lo que permitió extender la fiesta hacia la vereda.
“La gente disfrutó en familia, los artistas brillaron y logramos una noche redonda”, resumió Cervigni, quien agradeció el acompañamiento de instituciones y artistas locales, entre ellos el Centro de Jubilados, El Cilpe, Bomberos, El Club Deportivo Argentino, El Quebrachal, German Bonetto por estar con el Ballet de Monte Maíz, así como a los patrocinadores que colaboraron para hacer posible el evento.
El 9 de julio comenzó con un desfile gaucho por las calles del pueblo, que reunió a más de 150 jinetes. “Hacía mucho que no se hacía algo así, la gente estaba entusiasmada”, comentó Cervigni. La caravana culminó en el campo de doma del predio de la Sociedad Rural, donde se realizaron los reconocimientos y se dio paso a la esperada jornada de jineteada.
Desde el mediodía, el predio rural comenzó a llenarse, superando las 2.000 personas en el transcurso de la tarde. La propuesta incluyó gastronomía criolla y un cierre musical con “Sabor a Cumbia” que animó la fiesta hasta la noche. “Vendimos todo: choripanes, empanadas, sándwiches… Estamos muy contentos y agradecidos”, dijo el presidente.
El clima, que había amenazado con algunas gotas, finalmente acompañó. “Se alinearon todos los patitos, salió el sol y la gente pudo disfrutar de una jornada perfecta”, destacó Cervigni. “Este evento se hace con muchísimo esfuerzo, entre todos ponemos nuestro granito de arena, y hoy el resultado está a la vista”.
El balance general fue altamente positivo, y tanto organizadores como asistentes celebraron la continuidad de una fiesta que ya es parte de la identidad cultural de Monte Maíz.
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