Señor presidente, hemos quedado solos.
Primero, quiero aclarar que nos toca en esta instancia dar tratamiento a un decreto. Nos han dejado solos, pero antes de retirarse nos recomendaron que nos asesoráramos, advirtiendo que esto tendría consecuencias.
Hicimos la tarea y, como bloque, nos tomamos el trabajo de fundamentar nuestro voto positivo como corresponde. Más allá de eso, queremos llevarle al pueblo nuestra verdad.
Nos toca en esta instancia el tratamiento del Decreto N° 35, de fecha 2 de junio del corriente año, por el cual el Departamento Ejecutivo, en ejercicio de sus funciones como jefe de la administración, decretó la adhesión de la Municipalidad de Monte Maíz a la Ley N° 27.541, en relación con las normas, conceptos e instituciones contempladas en dicho instrumento legal, y en consecuencia declaró la emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal y administrativa hasta el 31 de diciembre de 2025, ad referéndum del tratamiento y consideración por parte de este cuerpo.
Previo a todo, debemos contextualizar la especial situación institucional que nos convoca.
En primer lugar, cabe precisar que el Decreto N° 35 ha sido dictado, como lo expresa, ad referéndum. Existe una doctrina jurídica pacífica que utiliza esta locución latina cuando se declara que la firma de un determinado instrumento jurídico solo tendrá validez formal una vez que sea ratificado o convalidado por el órgano o cuerpo legislativo competente, como es en este caso el Concejo Deliberante.
Por esa razón, no resultan válidas las alegaciones de ilegitimidad o de nulidad, ya que su vigencia se define con el tratamiento y eventual aprobación por parte de este cuerpo, que es para lo que estamos reunidos. Los representantes del pueblo del bloque opositor, en cambio, no se han quedado para justamente representar esos intereses.
En segundo lugar, los términos del propio Decreto N° 35 nos sitúan en el escenario vivido y padecido el pasado 29 de mayo.
Si bien faltan detalles de lo ocurrido esa oscura tarde-noche, es oportuno destacar que la situación fue consecuencia del vandalismo institucional desatado por quienes desconocen el estado de derecho y creen que pueden imponer su voluntad por la fuerza, el atropello y la violencia.
No, señor presidente, ese no es el camino democrático.
En aquella jornada del 29 de mayo, este cuerpo se disponía a tratar un proyecto de ordenanza sobre emergencia económica, elevado por el Departamento Ejecutivo. Cabe recordar que, previo a ello, el Ejecutivo había mantenido varias reuniones con el Sindicato de Trabajadores Municipales, todas con resultado negativo.
El día de la sesión, jueves 29 de mayo de 2025 a las 20 horas, mientras se convocaba a la secretaria de Hacienda y Finanzas, contadora Vanesa Pascual, para que informe y responda sobre el proyecto, el gremialista Daniel Bustos interrumpió verbalmente, vociferando que el proyecto no se iba a tratar.
A continuación, el sindicalista Dante Ibarra se abalanzó sobre la concejal Marta Arce y el resto de la delegación sindical avanzó sobre el recinto, generando una batahola que, al no contar con protección policial suficiente —y por recomendación posterior de la comisaria local Petruc— frustró la sesión legislativa.
Se sumaron agresiones físicas y verbales a funcionarios y asistentes. Afuera, se observaban personas encapuchadas o con los rostros cubiertos, portando palos. La misma delegación sindical cortó la luz del edificio y arrojó petardos en el interior del recinto donde funciona el Concejo.
Todo esto, señor presidente, está debidamente documentado y actualmente bajo investigación policial y judicial.
Los miembros de la oposición tampoco han tenido una actitud institucionalmente responsable, ya que no repudiaron estos hechos de vandalismo. Por el contrario, días más tarde presentaron una nota al Intendente solicitando que se dejara sin efecto el Decreto N° 35, tergiversando los hechos y sin tener interés legítimo alguno. Esa conducta confirma su alineación con una postura violenta y antidemocrática.
Dicho esto, y para contextualizar las razones del Decreto 35, fue la frustración institucional del 29 de mayo lo que llevó al intendente, como jefe de la administración pública municipal, a tomar el control del conflicto y adoptar medidas que permitan afrontar el desfasaje financiero que atraviesa nuestro municipio.
Planteado este escenario, vayamos al contenido del decreto. Como primera referencia, se observa que no es una réplica del texto anterior de ordenanza, sino que está vinculado a medidas que se enmarcan dentro de las facultades del titular del Departamento Ejecutivo como jefe de la administración y autoridad con competencia sobre la designación y remoción del personal municipal.
Esto se fundamenta en el principio jurídico de que “quien puede lo más, puede lo menos”. Es decir, quien tiene la capacidad para realizar acciones de mayor envergadura también la tiene para las de menor relevancia sobre el mismo tema.
Así, las medidas sobre el desempeño laboral del personal municipal se ajustan a la normativa vigente y, además, han sido sometidas a consideración de este Concejo.
Respecto a la emergencia, se detecta un error material: la adhesión no corresponde a la Ley N° 27.541, sino a la vigente Ley N° 27.742 del 27 de junio de 2024, por lo que debe corregirse el texto del Decreto N° 35, según lo ha reconocido el propio Departamento Ejecutivo.
En 2024, a pesar de un contexto complejo y de congelamiento de recursos por parte del Estado Nacional, el municipio ejecutó su presupuesto sin mayores dificultades.
La asfixia financiera comenzó en 2025, no por responsabilidad del municipio, sino por la reducción progresiva y escalonada de los niveles de coparticipación impositiva que el Estado Nacional transfiere a las provincias, y estas a los municipios.
Conviene remarcar que la administración y distribución del ingreso fiscal no depende del municipio, sino del Estado Nacional.
Como indicó el intendente, más allá de explicaciones académicas, es mejor analizar los números, cuya elocuencia es contundente.
En diciembre de 2024, la Municipalidad de Monte Maíz recibió una coparticipación mensual neta de 120.533.815,21 pesos.
En los meses de 2025, las cifras fueron:
-
Enero: 71.117.068,10
-
Febrero: 67 millones
-
Marzo: 50 millones
-
Abril: 48 millones
-
Mayo: 39 millones
Estos datos muestran una disminución sistemática. Los números hablan por sí solos con mayor claridad que cualquier interpretación.
Como se suele decir: “la inflación sube por el ascensor y la coparticipación baja por las escaleras”.
Entre enero y mayo de 2025, la inflación acumulada fue de aproximadamente 15%, mientras que la coparticipación descendió un 67%.
Es decir, mientras los egresos municipales aumentaron un 15% como mínimo, los ingresos se redujeron en una proporción de dos tercios.
(continúa en el siguiente mensaje)
Publicar un comentario