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Naftazo: en Córdoba, las subas llegan a 49% en el último año


El aumento que se siente en el bolsillo es algo menor por la incidencia que tuvo en 2015 la tasa vial. El Gobierno justificó el alza por la devaluación y para proteger el empleo petrolero. No descartan más incrementos.


Los precios de los principales combustibles experimentaron en Córdoba aumentos de hasta casi 50 por ciento en el último año. En la Capital, el litro de nafta súper de YPF quedó en 19,09 pesos, por lo que acumula una suba de 45 por ciento desde mayo de 2015.

En la comparación no se tiene en cuenta la incidencia de la tasa vial, que en el caso de ese producto tenía un impacto de 0,525 pesos por litro. Con ese mismo criterio, el aumento interanual del diésel premium de YPF llega a 48,8 por ciento.

Los datos surgen de los valores de expendio minoristas que se aplicaron en mayo del año pasado (los publica la Secretaría de Energía de la Nación), comparados con los precios que muestran las pizarras de las estaciones de servicio desde el domingo pasado.

De hecho, el valor promedio de las naftas en la Argentina ya se ubica entre los más caros de Sudamérica.

Antes del último incremento, que comenzó a regir el domingo, el precio en dólares del litro de ese combustible era sólo superado por el que se cobra en Uruguay, según los datos del sitio especializado Global Petrol Price (es.globalpetrolprices.com).

GRÁFICO. El mapa de los aumentos

Ese relevamiento (toma como referencia la gasolina de hasta 95 octanos, compatible con la nafta súper en Argentina), que llega hasta el 25 de abril, indica que en Uruguay el valor del litro de nafta era de 1,39 dólares, seguido por Argentina (1,11 dólares) y Chile (1,10).

Con el último incremento, si se considera el valor de la nafta súper en las estaciones de servicio porteñas (17,20 pesos promedio por litro), el precio en dólares llega ahora a 1,18. Para la conversión se utiliza el tipo de cambio del Banco Nación, que ayer era de 14,50 pesos por dólar.

Argumentos

El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, argumentó que la continua escalada en el precio de los combustibles tiene dos causas: la devaluación que provocó el aumento del tipo de cambio y la protección de puestos de trabajo en el sector petrolero.

“Esto es un reflejo de algo que se había discutido con la industria a principios de año, de ir reflejando de forma gradual el impacto que había tenido en el insumo principal, que es el crudo, la corrección cambiaria a partir de la salida del cepo”, señaló el funcionario.

Aranguren indicó que, en lugar de aplicar una suba única, se optó por la vía de los aumentos parciales, que ya acumulan en el año un salto de 31 por ciento. Y no descartó más ajustes en lo que resta de 2016, a excepción del GNC.

En esa línea, reconoció que con los nuevos precios, las naftas y el gasoil en la Argentina se ubican “entre los más altos” del mundo, aunque advirtió que se debe a la fuerte carga impositiva que tienen en el país.

“En el caso de las naftas, los impuestos alcanzan al 46 por ciento, y en el gasoil, 40 por ciento. Son impuestos que aumentan cuando aumenta el precio. Y esto es algo que queremos cambiar, queremos volver a un esquema anterior, cuando uno podía utilizar la política impositiva para poder amortiguar las variaciones de precios”, explicó.

En ese sentido, anticipó que el Gobierno está elaborando un proyecto de ley para enviar al Congreso que busca “restablecer un esquema para que los impuestos puedan actuar de manera anticíclica”.

Barril criollo

Aranguren señaló que en la actualidad hay entre 350 mil y 400 mil familias que viven de la actividad petrolera en Argentina, por lo que el fin es ir administrando esta situación para evitar despidos.

Cuando el precio internacional del petróleo se derrumbó, la gestión kirchnerista acordó un precio sostén para el barril de crudo que se produce en la Argentina y cuyo destino es el refinamiento para combustibles que luego se venden en el mercado interno.

El actual Gobierno renovó ese compromiso, aunque con cambios, y después de una dura negociación entre Aranguren, los principales gremios del sector y los gobernadores de provincias petroleras.

La subsistencia del denominado “barril criollo” se asienta en un subsidio de 10 dólares que aportan el Gobierno nacional y las provincias petroleras que cobran regalías.

Las principales referencias en el país son el petróleo Escalante y el Medanito. El primero es el que se extrae en Chubut y el segundo, de mejor calidad, en la cuenca neuquina.

Mientras el barril de petróleo cotiza en el mundo entre 45 y 46 dólares (precios WTI y Brent), en la Argentina, el Escalante ronda los 54 dólares, mientras que el Medanito se ubica en unos 60 dólares.

Ese precio interno, sostenido con aporte estatal, tiene una tabla de referencia con el crudo en el mercado internacional y un valor de piso para evitar impactos en las empresas.

Según un relevamiento realizado por el sitio especializado El Inversor Online, entre empresas y cámaras del sector, los puestos de trabajo que están en riesgo por la crisis ascienden a 8.300, es decir, un 12 por ciento de los 70 mil trabajadores contratados en productoras y en compañías de servicios petroleros.

Petroleros de Chubut se movilizan en protesta
Paro. El titular del gremio de petroleros de Chubut, Jorge Ávila, anunció un paro de actividades de 12 horas para el próximo viernes, que incluirá una movilización, en reclamo del cumplimiento de un acuerdo firmado por las empresas y el Gobierno sobre la continuidad de empleos en el sector. 

15 equipos. El sindicalista dijo que, de acuerdo con lo pactado, el pasado sábado debían iniciar las tareas 15 equipos perforadores, pero “no salió ninguno”. Según Ávila, “en los últimos meses” unos 1.500 petroleros quedaron sin empleo en Chubut, y otros 500 podrían correr igual suerte en las próximas semanas por la finalización de contratos y de obras en los yacimientos.

Intransigente. “No somos los trabajadores los que vamos a romper la paz social. El viernes vamos a convocar a un paro general y a movilizarnos para que cumplan con su compromiso. Nos quieren llevar al 31 de julio con todos los equipos parados. No se lo vamos a permitir”, advirtió Ávila. 

Reclamo salarial. Ávila sostuvo que su gremio va a “discutir salarios a pesar de la crisis”, porque “para eso este sindicato tiene fuerza y voluntad”, afirmó. Fuente:LaVoz




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